miércoles, 21 de octubre de 2015

https://www.powtoon.com/online-presentation/bc2DTsDGGz5/lenin/#/


Acá esta el trabajo que nos dijiste que lo mandemos por este programa
Rodrigo Bentancor, Felipe Andiarena y Fausto pieruzzi

lunes, 19 de octubre de 2015

Stalin

https://www.powtoon.com/online-presentation/czrNK2uFzDJ/stalin-valentina-archimaut/#/

viernes, 16 de octubre de 2015

John Kennedy. Salvador Baccino y Eugenia Marqués


Trabajo Historia - Nikita Kruschev - Leandro Soria, Mathias Soria y Thomas Muszwisz

https://prezi.com/w22xt7ajsk1i/copia-de-book-report/



Vladímir Ilich Lenin

Introducción
Vladímir Ilich Lenin, más conocido como Lenin, simplemente, fue un líder comunista radical que dirigió la revolución que daría paso al régimen comunista soviético, designado como Unión Soviética, y que existiría entre los años 1922 y 1991.

Marco histórico
Luego de finalizar sus estudios en el Liceo, Lenin, ingresa a la Universidad de Kazán para estudiar Derecho. A la par de sus estudios, Lenin, se acercará a los círculos revolucionarios de Kazán y pronto se convertirá en una molestia que las autoridades vigentes taparán con prisión.

En el año 1892 se gradúa en la Universidad de San Petersburgo y gana una pasantía como abogado en Samara.
Su acercamiento a Plejáanov, un líder revolucionario ruso, dio como fruto la Liga de Combate por la Liberación de la Clase Obrera, antecedente del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso que dirigiría Plejáanov.

El objetivo de Lenin era darle marcha a una revolución socialista que diese como resultado un estado socialista y para ello creía que era indispensable contar con líderes revolucionarios decididos y organizados.

En el año 1912, Lenin, rompe con Plejáanov como consecuencia del apego de este al modelo de partido de masas, que aprobaba antes de la Revolución un paso intermedio: la democracia burguesa.

Tras el derrocamiento del régimen zarista, a instancias de la Revolución de Febrero del año 1917, Lenin, redobló su apuesta y llamó a todos los bolcheviques a cesar su apoyo al gobierno provisional e ir por la verdadera Revolución.

En octubre de ese año finalmente se consuma el anhelo de Lenin y en ello mucho tuvo que ver la estrategia propuesta que reunió dos puntos de interés: la promoción del fin de la guerra y la promesa del reparto de tierras. Tras su triunfo, Lenin, se erigió en el presidente del nuevo gobierno conocido como Consejo de Comisarios del Pueblo.

Si bien Lenin cumplió con todas sus promesas, su extremo radicalismo también lo llevó a cometer excesos de poder que se materializaron a través de métodos violentos de represión contra aquellos contrarios a su propuesta.

Respecto de su gestión, en un comienzo, Lenin, le aplicó fielmente su ideología y así es que nacionalizó los medios de producción, sometió las actividades a la planificación central, aunque, ante el fracaso de la producción, decidió dar marcha atrás en algunos puntos como ser: el margen para la libertad de mercado y para la iniciativa privada. Con estas dos medidas la economía leninista logró equilibrarse.

Los problemas de salud que comenzó a sufrir con mayor agudeza en 1922 lo empezaron a alejar de la política activa, e increíblemente, dos años más tarde, en 1924, sucedió su tempranísimo fallecimiento, a la edad de 53 años.

El Estado, La Revolución, Qué hacer, son algunas de las obras más destacadas que escribió Lenin y que por supuesto se convirtieron en un legado que sería consultado e influiría en las generaciones posteriores.

Biografía
Lenin nació en julio del año 1870 en Simbirsk, en el seno de una familia de clase media. Desde temprana edad, Lenin, se mostraba como un individuo dueño de un pensamiento profundo y elaborado. Su adolescencia se vería afectada por dos hecho trágicos que lo marcarían para siempre, primero, la muerte de su padre cuando tenía 16 años y al año siguiente el asesinato de su hermano mayor, quien había sido acusado de conspiración contra el Zar. Especialmente, ésta última situación, acercaría a Lenin a una posición de absoluto repudio contra el régimen zarista que se intensificaría con el transcurso del tiempo.

Obras
* Rechazo de la guerra imperialista, sometida a los intereses del capital. Estos mismos intereses hacen imposible una paz que sea realmente democrática, no impuesta por la fuerza, y sin anexiones.
* En Rusia se ha pasado de la primera etapa de la revolución (que da el poder a la burguesía) a la segunda, que debe poner ese poder en manos del proletariado y de los campesinos pobres.
* Desenmascarar el Gobierno Provisional como gobierno de capitalistas, y negarles todo apoyo.
* Reconocimiento de que el Partido se encuentra en minoría en los Soviets. Necesidad por tanto de explicar y difundir sus posturas, desde una minoría crítica.
* Reivindicación no de una república parlamentaria, sino de una república de los Soviets. Dentro de la cual se supriman policía, ejército y burocracia, sin que la remuneración de todos los funcionarios exceda nunca el sueldo de un obrero cualificado.
* Reforma agraria. Confiscación de las tierras de los terratenientes. Nacionalización de todas las tierras que se pondrán a disposición de los Soviets locales.
* Fusión de los bancos en un banco único bajo el control de los Soviets.
* Como tareas del Partido: (1) Celebración de un nuevo Congreso. (2) Modificación del programa en relación con la posición ante el imperialismo y ante el Estado, y reforma del programa mínimo. (3) Cambio de denominación del Partido.



Conclusión o balance
Hagamos el balance.
Desde el punto de vista de la teoría del marxismo en general, el problema del derecho a la autodeterminación no presenta dificultades. En serio no se puede ni hablar de poner en duda el acuerdo de Londres de 1896, ni de que por autodeterminación se entiende únicamente el derecho a la separación, ni de que la formación de Estados nacionales independientes es una tendencia de todas las revoluciones democráticas burguesas.
Entre las naciones oprimidas, la separación del proletariado en un partido independiente conduce a veces a una lucha tan encarnizada contra el nacionalismo de la nación de que se trata que se deforma la perspectiva y se olvida el nacionalismo de la nación opresora.
Pero esta deformación de la perspectiva es posible tan sólo durante corto tiempo.
Mientras tanto, en la política de toda Rusia dominan los Purishkévich y los Kokoshkin. Predominan sus ideas; y la persecución de los habitantes alógenos por "separatismo", por pensar en la separación, es predicada y llevada a la práctica en la Duma, en las escuelas, en las iglesias, en los cuarteles, en centenares y miles de periódicos. Todo el clima político de Rusia entera está emponzoñado del veneno de este nacionalismo ruso. La desgracia del pueblo consiste en que, al esclavizar a otros pueblos, afianza la reacción en toda Rusia. Los recuerdos de 1849 y 1863 constituyen una tradición política viva que, si no se producen tempestades de proporciones muy grandes, amenazará durante largos tiempo con dificultar todo movimiento democrático y, sobre todo, socialdemócrata.
No puede caber duda de que, por natural que parezca a veces el punto de vista de algunos marxistas de las naciones oprimidas (cuya "desgracia" consiste a veces en que las masas de la población quedan deslumbradas por la idea de "su" liberación nacional), en la práctica, teniendo en cuenta la correlación objetiva de las fuerzas de las clases en Rusia, la renuncia a defender el derecho a la autodeterminación equivale al peor oportunismo, a contagiar al proletariado las ideas de los Kokoshkin. Y estas ideas son, en el fondo, las ideas y la política de los Purishkévich.
Por eso, si el punto de vista de Rosa Luxemburgo podía justificarse al principio como estrechez específica polaca, "de Cracovia"[8], ahora, cuando en todas partes se ha acentuado el nacionalismo y, sobre todo, el nacionalismo gubernamental, ruso, cuando es este nacionalismo el que dirige la política, semejante estrechez es ya imperdonable. En la práctica se aferran a ella los oportunistas de todas las naciones, temerosos ante la idea de "tempestades" y de "saltos", que consideran terminada la revolución democrática burguesa y van detrás del liberalismo de los Kokoshkin.
El nacionalismo ruso, como todo nacionalismo, atravesará distintas fases, según predominen en el país burgués unas u otras clases. Hasta 1905, casi no conocimos más que a nacional-reaccionarios. Después de la revolución han surgido en nuestro país nacional-liberales,
Esta es la posición que ocupan de hecho en nuestro país tanto los octubristas como los demócratas constitucionalistas (Kokoshkin), es decir, toda la burguesía contemporánea.
En lo sucesivo es inevitable que surjan nacional-demócratas rusos. Uno de los fundadores del partido "socialista popular", el señor Peshejónov, ha expresado ya este punto de vista cuando exhortaba (en el fascículo de agosto de Rússkoie Bogatstvo de 1906) a proceder con prudencia respecto a los prejuicios nacionalistas del mujik. Por mucho que se nos calumnie a nosotros, los bolcheviques, pretendiendo que "idealizamos" al mujik, nosotros siempre hemos distinguido y distinguiremos rigurosamente entre el juicio del mujik y el prejuicio del mujik, entre el espíritu democrático del mujik contra Purishkévich y la tendencia del mujik a transigir con el pope y el terrateniente.
La democracia proletaria debe tener en cuenta el nacionalismo de los campesinos rusos (no en el sentido de concesiones, sino en el sentido de lucha) ya ahora, y lo tendrá en cuenta, probablemente, durante un período bastante prolongado[9]. El despertar del nacionalismo en las naciones oprimidas, que se ha mostrado con tanta fuerza después de 1905 (recordemos aunque sólo sea el grupo de "autonomistas-federalistas" de la I Duma, el ascenso del movimiento ucranio, del movimiento musulmán, etc.), provocará inevitablemente un recrudecimiento del nacionalismo de la pequeña burguesía rusa en la ciudad y en el campo. Cuanto más lenta sea la transformación democrática en Rusia, tanto más empeñados, rudos y encarnizados serán el hostigamiento nacional y las discordias entre la burguesía de las diversas naciones. El singular espíritu reaccionario de los Purishkévich rusos engendrará (e intensificará) a la vez tendencias "separatistas" en unas u otras naciones oprimidas, que a veces gozan de una libertad mucho mayor en los Estados vecinos.
Semejante estado de cosas plantea al proletariado de Rusia una tarea doble, o mejor dicho, bilateral: luchar contra todo nacionalismo y, en primer término, contra el nacionalismo ruso; reconocer no sólo la completa igualdad de derechos de todas las naciones en general, sino también la igualdad de derechos respecto a la edificación estatal, es decir, el derecho de las naciones a la autodeterminación, a la separación; y, al mismo tiempo y precisamente en interés del éxito en la lucha contra toda clase de nacionalismos de todas las naciones, propugnar la unidad de la lucha proletaria y de las organizaciones proletarias, su más íntima fusión en una comunidad internacional, a despecho de las tendencias burguesas al aislamiento nacional.
Completa igualdad de derechos de las naciones; derecho de autodeterminación de las naciones; fusión de los obreros de todas las naciones; tal es el programa nacional que enseña a los obreros el marxismo, que enseña la experiencia del mundo entero y la experiencia de Rusia.
El presente artículo estaba ya en caja cuando recibí el número 3 de Nasha Rabóchaya Gazeta, donde el señor V. Kosovski escribe sobre el reconocimiento del derecho a la autodeterminación para todas las naciones:
"Mecánicamente trasladado de la resolución del I Congreso del partido (1898) que, a su vez, lo tomó de los acuerdos de los congresos socialistas internacionales, este derecho, según puede verse por los debates, era interpretado por el congreso de 1903 en el mismo sentido que le daba la Internacional Socialista: en el sentido de la autodeterminación política, es decir, de la autodeterminación de la nación hacia la independencia política. De este modo, la fórmula de autodeterminación nacional, que significa el derecho a la separación territorial, no atañe para nada al problema de cómo regular las relaciones nacionales dentro de un organismo estatal determinado para las naciones que no puedan o no quieran salir de Estado existente".
Por donde puede verse que el señor V. Kosovski ha tenido en las manos las actas del II Congreso de 1903 y conoce perfectamente el verdadero (y único) sentido del concepto de autodeterminación. ¡¡Comparen con esto el hecho de que la redacción del periódico bundista Zait suelte al señor Libman para que se mofe del programa y le impute falta de claridad!! Extraños hábitos "de partido" tienen los señores bundistas... Sólo "Alá sabe" por qué Kosovski declara que el aceptar el congreso la autodeterminación es un traslado mecánico. Hay gentes que "quieren hacer objeciones", pero no ven el fondo del asunto, no saben cuáles, ni cómo, ni por qué, ni para qué hacerlas.

Biografías:


Taringa Respuestas!


... Fuente http://www.quien.net/lenin.php
Rodrigo Bentancor, Fausto Pieruzzi y Felipe andiarena