miércoles, 21 de octubre de 2015

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Acá esta el trabajo que nos dijiste que lo mandemos por este programa
Rodrigo Bentancor, Felipe Andiarena y Fausto pieruzzi

lunes, 19 de octubre de 2015

Stalin

https://www.powtoon.com/online-presentation/czrNK2uFzDJ/stalin-valentina-archimaut/#/

viernes, 16 de octubre de 2015

John Kennedy. Salvador Baccino y Eugenia Marqués


Trabajo Historia - Nikita Kruschev - Leandro Soria, Mathias Soria y Thomas Muszwisz

https://prezi.com/w22xt7ajsk1i/copia-de-book-report/



Vladímir Ilich Lenin

Introducción
Vladímir Ilich Lenin, más conocido como Lenin, simplemente, fue un líder comunista radical que dirigió la revolución que daría paso al régimen comunista soviético, designado como Unión Soviética, y que existiría entre los años 1922 y 1991.

Marco histórico
Luego de finalizar sus estudios en el Liceo, Lenin, ingresa a la Universidad de Kazán para estudiar Derecho. A la par de sus estudios, Lenin, se acercará a los círculos revolucionarios de Kazán y pronto se convertirá en una molestia que las autoridades vigentes taparán con prisión.

En el año 1892 se gradúa en la Universidad de San Petersburgo y gana una pasantía como abogado en Samara.
Su acercamiento a Plejáanov, un líder revolucionario ruso, dio como fruto la Liga de Combate por la Liberación de la Clase Obrera, antecedente del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso que dirigiría Plejáanov.

El objetivo de Lenin era darle marcha a una revolución socialista que diese como resultado un estado socialista y para ello creía que era indispensable contar con líderes revolucionarios decididos y organizados.

En el año 1912, Lenin, rompe con Plejáanov como consecuencia del apego de este al modelo de partido de masas, que aprobaba antes de la Revolución un paso intermedio: la democracia burguesa.

Tras el derrocamiento del régimen zarista, a instancias de la Revolución de Febrero del año 1917, Lenin, redobló su apuesta y llamó a todos los bolcheviques a cesar su apoyo al gobierno provisional e ir por la verdadera Revolución.

En octubre de ese año finalmente se consuma el anhelo de Lenin y en ello mucho tuvo que ver la estrategia propuesta que reunió dos puntos de interés: la promoción del fin de la guerra y la promesa del reparto de tierras. Tras su triunfo, Lenin, se erigió en el presidente del nuevo gobierno conocido como Consejo de Comisarios del Pueblo.

Si bien Lenin cumplió con todas sus promesas, su extremo radicalismo también lo llevó a cometer excesos de poder que se materializaron a través de métodos violentos de represión contra aquellos contrarios a su propuesta.

Respecto de su gestión, en un comienzo, Lenin, le aplicó fielmente su ideología y así es que nacionalizó los medios de producción, sometió las actividades a la planificación central, aunque, ante el fracaso de la producción, decidió dar marcha atrás en algunos puntos como ser: el margen para la libertad de mercado y para la iniciativa privada. Con estas dos medidas la economía leninista logró equilibrarse.

Los problemas de salud que comenzó a sufrir con mayor agudeza en 1922 lo empezaron a alejar de la política activa, e increíblemente, dos años más tarde, en 1924, sucedió su tempranísimo fallecimiento, a la edad de 53 años.

El Estado, La Revolución, Qué hacer, son algunas de las obras más destacadas que escribió Lenin y que por supuesto se convirtieron en un legado que sería consultado e influiría en las generaciones posteriores.

Biografía
Lenin nació en julio del año 1870 en Simbirsk, en el seno de una familia de clase media. Desde temprana edad, Lenin, se mostraba como un individuo dueño de un pensamiento profundo y elaborado. Su adolescencia se vería afectada por dos hecho trágicos que lo marcarían para siempre, primero, la muerte de su padre cuando tenía 16 años y al año siguiente el asesinato de su hermano mayor, quien había sido acusado de conspiración contra el Zar. Especialmente, ésta última situación, acercaría a Lenin a una posición de absoluto repudio contra el régimen zarista que se intensificaría con el transcurso del tiempo.

Obras
* Rechazo de la guerra imperialista, sometida a los intereses del capital. Estos mismos intereses hacen imposible una paz que sea realmente democrática, no impuesta por la fuerza, y sin anexiones.
* En Rusia se ha pasado de la primera etapa de la revolución (que da el poder a la burguesía) a la segunda, que debe poner ese poder en manos del proletariado y de los campesinos pobres.
* Desenmascarar el Gobierno Provisional como gobierno de capitalistas, y negarles todo apoyo.
* Reconocimiento de que el Partido se encuentra en minoría en los Soviets. Necesidad por tanto de explicar y difundir sus posturas, desde una minoría crítica.
* Reivindicación no de una república parlamentaria, sino de una república de los Soviets. Dentro de la cual se supriman policía, ejército y burocracia, sin que la remuneración de todos los funcionarios exceda nunca el sueldo de un obrero cualificado.
* Reforma agraria. Confiscación de las tierras de los terratenientes. Nacionalización de todas las tierras que se pondrán a disposición de los Soviets locales.
* Fusión de los bancos en un banco único bajo el control de los Soviets.
* Como tareas del Partido: (1) Celebración de un nuevo Congreso. (2) Modificación del programa en relación con la posición ante el imperialismo y ante el Estado, y reforma del programa mínimo. (3) Cambio de denominación del Partido.



Conclusión o balance
Hagamos el balance.
Desde el punto de vista de la teoría del marxismo en general, el problema del derecho a la autodeterminación no presenta dificultades. En serio no se puede ni hablar de poner en duda el acuerdo de Londres de 1896, ni de que por autodeterminación se entiende únicamente el derecho a la separación, ni de que la formación de Estados nacionales independientes es una tendencia de todas las revoluciones democráticas burguesas.
Entre las naciones oprimidas, la separación del proletariado en un partido independiente conduce a veces a una lucha tan encarnizada contra el nacionalismo de la nación de que se trata que se deforma la perspectiva y se olvida el nacionalismo de la nación opresora.
Pero esta deformación de la perspectiva es posible tan sólo durante corto tiempo.
Mientras tanto, en la política de toda Rusia dominan los Purishkévich y los Kokoshkin. Predominan sus ideas; y la persecución de los habitantes alógenos por "separatismo", por pensar en la separación, es predicada y llevada a la práctica en la Duma, en las escuelas, en las iglesias, en los cuarteles, en centenares y miles de periódicos. Todo el clima político de Rusia entera está emponzoñado del veneno de este nacionalismo ruso. La desgracia del pueblo consiste en que, al esclavizar a otros pueblos, afianza la reacción en toda Rusia. Los recuerdos de 1849 y 1863 constituyen una tradición política viva que, si no se producen tempestades de proporciones muy grandes, amenazará durante largos tiempo con dificultar todo movimiento democrático y, sobre todo, socialdemócrata.
No puede caber duda de que, por natural que parezca a veces el punto de vista de algunos marxistas de las naciones oprimidas (cuya "desgracia" consiste a veces en que las masas de la población quedan deslumbradas por la idea de "su" liberación nacional), en la práctica, teniendo en cuenta la correlación objetiva de las fuerzas de las clases en Rusia, la renuncia a defender el derecho a la autodeterminación equivale al peor oportunismo, a contagiar al proletariado las ideas de los Kokoshkin. Y estas ideas son, en el fondo, las ideas y la política de los Purishkévich.
Por eso, si el punto de vista de Rosa Luxemburgo podía justificarse al principio como estrechez específica polaca, "de Cracovia"[8], ahora, cuando en todas partes se ha acentuado el nacionalismo y, sobre todo, el nacionalismo gubernamental, ruso, cuando es este nacionalismo el que dirige la política, semejante estrechez es ya imperdonable. En la práctica se aferran a ella los oportunistas de todas las naciones, temerosos ante la idea de "tempestades" y de "saltos", que consideran terminada la revolución democrática burguesa y van detrás del liberalismo de los Kokoshkin.
El nacionalismo ruso, como todo nacionalismo, atravesará distintas fases, según predominen en el país burgués unas u otras clases. Hasta 1905, casi no conocimos más que a nacional-reaccionarios. Después de la revolución han surgido en nuestro país nacional-liberales,
Esta es la posición que ocupan de hecho en nuestro país tanto los octubristas como los demócratas constitucionalistas (Kokoshkin), es decir, toda la burguesía contemporánea.
En lo sucesivo es inevitable que surjan nacional-demócratas rusos. Uno de los fundadores del partido "socialista popular", el señor Peshejónov, ha expresado ya este punto de vista cuando exhortaba (en el fascículo de agosto de Rússkoie Bogatstvo de 1906) a proceder con prudencia respecto a los prejuicios nacionalistas del mujik. Por mucho que se nos calumnie a nosotros, los bolcheviques, pretendiendo que "idealizamos" al mujik, nosotros siempre hemos distinguido y distinguiremos rigurosamente entre el juicio del mujik y el prejuicio del mujik, entre el espíritu democrático del mujik contra Purishkévich y la tendencia del mujik a transigir con el pope y el terrateniente.
La democracia proletaria debe tener en cuenta el nacionalismo de los campesinos rusos (no en el sentido de concesiones, sino en el sentido de lucha) ya ahora, y lo tendrá en cuenta, probablemente, durante un período bastante prolongado[9]. El despertar del nacionalismo en las naciones oprimidas, que se ha mostrado con tanta fuerza después de 1905 (recordemos aunque sólo sea el grupo de "autonomistas-federalistas" de la I Duma, el ascenso del movimiento ucranio, del movimiento musulmán, etc.), provocará inevitablemente un recrudecimiento del nacionalismo de la pequeña burguesía rusa en la ciudad y en el campo. Cuanto más lenta sea la transformación democrática en Rusia, tanto más empeñados, rudos y encarnizados serán el hostigamiento nacional y las discordias entre la burguesía de las diversas naciones. El singular espíritu reaccionario de los Purishkévich rusos engendrará (e intensificará) a la vez tendencias "separatistas" en unas u otras naciones oprimidas, que a veces gozan de una libertad mucho mayor en los Estados vecinos.
Semejante estado de cosas plantea al proletariado de Rusia una tarea doble, o mejor dicho, bilateral: luchar contra todo nacionalismo y, en primer término, contra el nacionalismo ruso; reconocer no sólo la completa igualdad de derechos de todas las naciones en general, sino también la igualdad de derechos respecto a la edificación estatal, es decir, el derecho de las naciones a la autodeterminación, a la separación; y, al mismo tiempo y precisamente en interés del éxito en la lucha contra toda clase de nacionalismos de todas las naciones, propugnar la unidad de la lucha proletaria y de las organizaciones proletarias, su más íntima fusión en una comunidad internacional, a despecho de las tendencias burguesas al aislamiento nacional.
Completa igualdad de derechos de las naciones; derecho de autodeterminación de las naciones; fusión de los obreros de todas las naciones; tal es el programa nacional que enseña a los obreros el marxismo, que enseña la experiencia del mundo entero y la experiencia de Rusia.
El presente artículo estaba ya en caja cuando recibí el número 3 de Nasha Rabóchaya Gazeta, donde el señor V. Kosovski escribe sobre el reconocimiento del derecho a la autodeterminación para todas las naciones:
"Mecánicamente trasladado de la resolución del I Congreso del partido (1898) que, a su vez, lo tomó de los acuerdos de los congresos socialistas internacionales, este derecho, según puede verse por los debates, era interpretado por el congreso de 1903 en el mismo sentido que le daba la Internacional Socialista: en el sentido de la autodeterminación política, es decir, de la autodeterminación de la nación hacia la independencia política. De este modo, la fórmula de autodeterminación nacional, que significa el derecho a la separación territorial, no atañe para nada al problema de cómo regular las relaciones nacionales dentro de un organismo estatal determinado para las naciones que no puedan o no quieran salir de Estado existente".
Por donde puede verse que el señor V. Kosovski ha tenido en las manos las actas del II Congreso de 1903 y conoce perfectamente el verdadero (y único) sentido del concepto de autodeterminación. ¡¡Comparen con esto el hecho de que la redacción del periódico bundista Zait suelte al señor Libman para que se mofe del programa y le impute falta de claridad!! Extraños hábitos "de partido" tienen los señores bundistas... Sólo "Alá sabe" por qué Kosovski declara que el aceptar el congreso la autodeterminación es un traslado mecánico. Hay gentes que "quieren hacer objeciones", pero no ven el fondo del asunto, no saben cuáles, ni cómo, ni por qué, ni para qué hacerlas.

Biografías:


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... Fuente http://www.quien.net/lenin.php
Rodrigo Bentancor, Fausto Pieruzzi y Felipe andiarena

NIXON



Nixon

Político estadounidense que fue el trigésimo séptimo presidente de los Estados Unidos de América (1968-1974). Nació en una familia de agricultores metodistas de origen humilde que se trasladó a la localidad californiana de Whittier . Cuando Richard tenía nueve años, allí alternó sus estudios de primaria con su trabajo en la tienda de comestibles y en la gasolinera de los padres.

Muy buen estudiante, en el año 1934 se graduó en la escuela de Whittier con mención especial, lo que le valió conseguir una beca para acudir a la Universidad Duke de Carolina del Norte, donde se licenció en Derecho en 1937. Cuando termino la carrera, fue a Nueva York con objetivo de conseguir trabajo en cualquier bufete de Wall Street, empeño que no consiguió. Volvió a Whittier para acabar ejerciendo la abogacía en la firma de más renombre de aquella ciudad, la Winger & Bewley, de la que acabó siendo socio. Al poco tiempo fue enviado a la pequeña localidad de La Habra con la misión de dirigir una pequeña sucursal de la firma, en la que conoció a la que sería su mujer, Thelma Catherine Patricia Ryan, con la que se casó matrimonio el 21 de julio de 1940.
En marzo de 1942, Nixon comenzó a trabajar en la Oficina del Fiscal de Washington, pero nada más comenzar la Segunda Guerra Mundial para su país se alistó en la Marina con el grado de teniente. Gran parte del conflicto lo pasó en el Pacífico, integrado en el South Pacific Air Transport Command, cuerpo en el que termino como comandante.
Cuando termino la guerra, Nixon regresó a Whittier para dedicarse solo a la política. Su carrera comenzó en 1946, cuando fue elegido miembro de la Cámara de Representantes como representante de Whittier, despues una campaña beligerante caracterizada por un discurso patriótico y anticomunista con la que borró del mapa a su oponente, el demócrata Jerry Worheer, al que acusó de ser un instrumento de Moscú.
 La carrera política de Richard Nixon despegó del todo entre los años 1948 y 1949, cuando fue miembro del Comité de Actividades Antiamericanas del senador Joseph MacArthur y consiguió que éste abriera una investigación para juzgar a Alger Hiss, antiguo oficial del Departamento de Estado sospechoso de filtrar documentación clasificada a Whitaker Chambers, un antiguo y reconocido miembro del Partido Comunista estadounidense clandestino. La brillantez con la que llevó a cabo el caso le convirtió poco menos que en un héroe nacional. Después de tanto éxito, Richard Nixon fue elegido para elaborar, conjuntamente con otros representantes, el Plan Marshall de ayuda económica a la Europa de postguerra.
 En 1950, Richard Nixon consiguió un puesto como senador por California.
 En 1952, el candidato republicano a la presidencia, Dwight David Eisenhower lo eligio como vicepresidente en su candidatura, proyecto que estuvo a punto de venirse abajo cuando se descubrió que Richard Nixon había aceptado 18.000 dólares de procedencia privada para complementar su sueldo de congresista. Nixon, con mucha valentía, decidió asumir su propia defensa ante las cámaras de la incipiente televisión estatal, donde convenció a la audiencia de que el único regalo que había aceptado siendo senador fue un perro del que no pensaba desprenderse porque sus hijas lo adoraban. De vuelta al ambito político totalmente limpio, Nixon volvió a arrasar al candidato demócrata a la vicepresidencia, Adlai Stevenson.
 Durante sus dos mandatos consecutivos como vicepresidente de los Estados Unidos, Richard Nixon gozó de un papel y unas prerrogativas políticas inusuales para su cargo, dadas las responsabilidades políticas que Eisenhower delegó en su persona. Presidió la mayor parte de las reuniones del Gobierno y de los líderes del Congreso, a la par que asumió tres veces (1955, 1956 y 1957) las funciones presidenciales debido a la crónica dolencia cardíaca que padecía el presidente. Pero destacó sobre todo como embajador extraordinario de su país por todo el mundo, en calidad de lo cual visitó un total de 55 estados.
 Durante la Convención Nacional del partido, el 20 de julio de 1960, Richard Nixon fue elegido candidato a la presidencia en detrimento del otro candidato de peso, Nelson Aldrich Rockefeller. Dio entonces comienzo una campaña intensa en la que la victoria parecía asegurada gracias a su fama bien ganada de furibundo anticomunista. Richard Nixon se enfrentó al prometedor senador demócrata John Fitzgerald Kennedy. Ambos candidatos se prestaron a debatir en cuatro espacios televisados sus respectivos programas de gobierno, baza que jugó a favor del candidato demócrata, mejor preparado para la cita y menos vacilante que Nixon, quien se mostró bastante más cansado y falto de reflejos que su oponente. Kennedy termino ganando las elecciones por un margen muy apretado.

En febrero de 1968, Richard Nixon volvió a ser propuesto como candidato a la presidencia de su partido, acompañado de Spiro Theodore Agnew como vicepresidente. Esta vez, Nixon hizo un magnífico uso de la televisión para derrotar al candidato demócrata Hubert Horatio Humphrey, en una campaña de la que sacó provecho del profundo malestar de todo el país por la Guerra de Vietnam y por las profundas divisiones internas que atenazaban al Partido Demócrata. Apoyándose de una serie de hombres de su total confianza y bien preparados, a los que encargó las cuestiones más rutinarias de Gobierno, Nixon se dedicó de lleno a la política internacional, perfectamente asesorado por su secretario de Estado Henry Kissinger.

Respecto a su política interna, Richard Nixon inició un lento pero gradual desmantelamiento de las leyes fiscales implantadas desde los tiempos de las administraciones de Franklin Delano Roosevelt y su New Deal y de John F. Kennedy. Bajo un programa político denominado New Federalism, asignó 30.000 millones de dólares para reactivar la economía de los estados y de las ciudades más importantes del país, al tiempo que no dejó de favorecer los intereses económicos de las élites financieras y grandes corporaciones.
Después de propugnar la implantación de un presupuesto equilibrado, el déficit público del país aumentó espectacularmente y la inflación se hizo galopante, lo que le obligó a intervenir directamente en la economía nacional en 1971 decretando la congelación de salarios y precios y dando vía libre a una ley proteccionista frente a las importaciones, por lo que también devaluó el dólar con el objeto de hacer más competitivos los productos estadounidenses. La recesión económica del país no le impidió apoyar con una gran cantidad de dinero e inversiones de todo tipo la carrera espacial de los Estados Unidos, en dura pugna con la URSS por el liderato más que científico.
Pero, mientras retirada escalonada de tropas americanas se llevaba a cabo, el conflicto fue radicalizándose cada día más y la guerra se prolongó durante cuatro años, a la vez que aumentaban las bajas de soldados estadounidenses. Nixon autorizó la incursión de tropas en Laos y Camboya para presionar al Vietcong, refugiado en ambos países, y al Gobierno de Vietnam del Norte. En abril de 1972, dio el visto bueno a un violento y mortífero bombardeo sobre Hanoi y, un mes más tarde, al minado del puerto y de los canales fluviales de Haiphong.

Pero, mientras dicha retirada escalonada de tropas americanas se llevaba a cabo, el conflicto fue radicalizándose cada día más y la guerra se prolongó durante cuatro años, a la vez que aumentaban las bajas de soldados estadounidenses. Nixon autorizó la incursión de tropas en Laos y Camboya para presionar al Vietcong, refugiado en ambos países, y al Gobierno de Vietnam del Norte. En abril de 1972, dio el visto bueno a un violento y mortífero bombardeo sobre Hanoi y, un mes más tarde, al minado del puerto y de los canales fluviales de Haiphong.
Richard Nixon sorprendió a principios de 1972, al visitar oficialmente la República Popular de China, lo que constituyó un gran triunfo diplomático, ya que dicho acercamiento suponía dejar fuera de juego a la URSS, por aquel entonces declarada enemiga de la China de Mao. Pocos meses después, en el mes de mayo, visitó Moscú, donde negoció el primer paso para un acuerdo sobre la limitación del armamento nuclear entre ambos países. El acuerdo fue ratificado al año siguiente, cuando el líder soviético Leonid Brezhnev devolvió la visita a Washington y se firmó el acuerdo SALT I.
Todos los pasos dados por Richard Nixon para acercarse a las dos grandes potencias comunistas del momento no significaban que éste hubiera abandonado su visceral anticomunismo, tal como demostró al apoyar a una serie de presidentes dictadores en América del Sur. Inquieto como estaba por la evolución de los acontecimientos en América Latina, en septiembre de 1973 dio el visto bueno para que la CIA colaborase en el golpe de estado del general Augusto Pinochet en Chile contra el Gobierno del socialista Salvador Allende.
El 7 de noviembre de 1972, Nixon volvió a ganar las elecciones presidenciales a su oponente demócrata George MacGovern, pero los demócratas consiguieron hacerse con la mayoría en el Senado y en la Cámara de Representantes, lo que puso las cosas difíciles a Nixon para poder desarrollar su programa político. Pero la caída definiva de Nixon tuvo como detonante el caso que habría de convertirse en la mayor tormenta política de la historia de Estados Unidos: el llamado escándalo Watergate. Se inició el 17 de junio de 1972 con la detención de cinco hombres cuando intentaban instalar un sistema de escuchas telefónicas tras allanar las oficinas del Comité Nacional del Partido Demócrata, ubicadas en el edificio Watergate de Washington.
El asunto, en un principio baladí, comenzó a complicarse durante el juicio contra los encausados, llamados popularmente fontaneros, cuando confesaron ante el juez Sirica, encargado de la investigación, que habían sido enviados por altos responsables del Partido Republicano. Para agravar los problemas de Nixon, su vicepresidente, Spiro T. Agnew, fue acusado de soborno y tuvo que dimitir de su cargo (Richard Nixon lo sustituyó por otro destacado congresista republicano, Gerald R. Ford, que se convertiría en Presidente tras la renuncia de su mentor).
Tras una ardua investigación en la que colaboraron de manera decisiva los periodistas del Washington Post que habían denunciado el escándalo, Carl Bernstein y Bob Woodward, pronto se fueron conociendo nuevos datos. Paulatinamente se fue desvelando un plan preconcebido desde el entorno presidencial, en el cual se vieron implicados varios altos cargos, como John Mitchell, Ministro de Justicia; John Dean, Consejero Presidencial; H.R. Haldeman, Jefe de Personal de la Casa Blanca, o John Ehrlichman, Asesor Especial de la Casa Blanca para Asuntos Nacionales. Los dos últimos citados dimitieron en la primavera del año siguiente, poco antes de que iniciara sus sesiones un comité especial del Senado encargado de investigar las actividades presidenciales. También dejó su cargo el Procurador General, Richard Kleindienst, cuyo sucesor, Elliot Richardson, nombró a Archibald Cox como Procurador Especial encargado de investigar el asunto de las escuchas.
En las comparecencias en la Comisión, John Dean, consejero de Nixon, reveló que el propio Presidente era conocedor de las escuchas y que había grabado casi todas las conversaciones que había mantenido en la residencia presidencial y en las oficinas de su partido. Asimismo, declaró que Mitchel había ordenado el allanamiento y había tratado de encubrir la participación de la Casa Blanca, desde la cual, según su versión, había partido la autorización para que se pagase a los asaltantes por su silencio. Su testimonio fue refrendado por Butterfield, otro de los asesores presidenciales, que añadió el dato de que Nixon había ordenado la instalación en la Casa Blanca de un sistema para grabar todas las conversaciones.
El Procurador Especial ordenó a Nixon la entrega de varias grabaciones con el fin de corroborar el testimonio de Dean, ante lo cual el Presidente se negó de plano y ordenó a Richardson el cese inmediato de Cox. La dimisión de éste obligó al Fiscal General del Estado a intervenir para cesar a Cox, lo cual suscitó un gran rechazo entre la opinión público. Con el nuevo Procurador Especial, Leon Jaworski, se supo que algunas de las cintas solicitadas habían desaparecido, y que varias de las que finalmente fueron entregadas (tras decidirlo así el Tribunal Supremo) habían sido manipuladas. A comienzos de 1974 el Gran Jurado acusó formalmente a Mitchell, Haldeman, Ehrlichman y otros cuatro funcionarios más de la Casa Blanca de encubrir el asunto Watergate y aludió a la posible implicación de Nixon, aunque sin llegar a encausarle.
Todo el proceso deterioró seriamente la imagen pública del Presidente Nixon, cuya obstrucción a la investigación del asunto Watergate quedó confirmada con los testimonios recogidos en tres nuevas grabaciones presentadas a comienzos de 1974, en las cuales se reveló que había cursado orden a la Oficina Federal de Investigación (FBI) para que abandonase toda indagación de las escuchas. En los últimos días de julio, una comisión designada en el seno de la Cámara de Representantes presentó tres acusaciones formales contra el Presidente: obstrucción a la justicia, abuso del poder ejecutivo y quebrantamiento de las normas constitucionales.
Se ponía así en marcha el procedimiento del impeachment, independiente del judicial y encaminado a depurar las responsabilidades políticas del Presidente y los más altos funcionarios de la Administración. Ante ese estado de cosas, Nixon decidió finalmente renunciar a su cargo, hecho sin precedentes en la historia de los mandatos presidenciales norteamericanos que fue oficialmente comunicado el 8 de agosto de 1974. Un día más tarde fue relevado por su vicepresidente, Gerald R. Ford, que se convirtió en el trigésimo octavo Presidente de los Estados Unidos. Su primera decisión política fue exonerar formalmente a Nixon de cualquier responsabilidad penal en que pudiera haber incurrido.
Retirado en su rancho californiano de San Clemente, Nixon intentó volver a la práctica de la abogacía sin poder conseguirlo, ya que fue expulsado del Colegio de Abogados e incapacitado para el desempeño de su profesión en todo el territorio estadounidense. Nixon vivió el resto de sus días como un respetable y docto asesor político, aprovechándose de la ola ultraconservadora que impusieron al país las administraciones republicanas de Ronald Reagan y de George Bush. Precisamente este último, en el año 1992, le ofreció una pública reparación política y personal. Nixon murió dos años más tarde en Nueva York. En 1978 plasmó sus experiencias como presidente en la obra Mis memorias, libro que le convirtió en millonario por su gran éxito editorial. En el año 1986 volvió a publicar otra exitosa obra, No más Vietnam. Al año de su muerte, el afamado director de cine Oliver Stone llevó su vida al cine con el largometraje Nixon.




Micaela Dotta y Agustina Marioni.

jueves, 23 de julio de 2015


Ataque sobre Hiroshima y Nagasaki

                           Los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki fueron ataques nucleares  ordenados por Harry  Truman de los Estados Unidos, contra el Imperio de Japón Los ataques se efectuaron el 6 y el 9 de agosto de 1945, y ayudaron a poner fin a la Segunda Guerra Mundial. Después de seis meses de intenso bombardeo de otras 67 ciudades, el arma nuclear Little boy fue soltada sobre Hiroshima el lunes 6 de agosto de 1945, seguida por la detonación de la bomba Fat man el jueves 9 de agosto sobre Nagasaki. Hasta la fecha, estos bombardeos constituyen los únicos ataques nucleares de la historia.    


Little Boy






Diseño


  • Aletas de cola
  • Cierre de acero del cañón
  • Detonador
  • Cordita (explosivo convencional)
  • Proyectil de uranio-235, seis anillos (26 kg) en un recipiente de acero delgado
  • Aberturas de los sensores barométricos
  • Pared exterior de la bomba
  • Equipo de armado de la bomba
  • Cañón del revólver, acero, unos 10 cm de diámetro, 200 cm de longitud
  • Alambres de interconexión
  • Cuerpo antimanipulación, acero
  • "Blanco" de uranio-235, dos anillos (38 kg)
  • Conjunto antimanipulación/reflector, carburo de wolframio
  • Iniciador neutrónico
  • Antenas Archie, para detonación por radar
  • Alojamiento para el dispositivo de seguridad de boro (no es visible)




    Little Boy fue lanzada desde el bombardero estadounidense B-29 llamado Enola Gay pilotado por el teniente coronel Paul Tibbers, desde unos 10 450 m de altura. La bomba explotó a las 8:15:45 AM (JST), aproximadamente, a una altitud de 600 m sobre la ciudad japonesa, matando aproximadamente a 140 000 personas.

    Fat Man






fue el nombre clave utilizado para el dispositivo nuclear que fue detonado en Nagasaki, Japón por los Estados Unidos el 9 de agosto de1945. Fue el segundo y hasta ahora, el último dispositivo nuclear utilizado en un ataque y el tercero en ser detonado en la historia después de Trinity y Little Boy.
  • El arma fue lanzada desde el bombardero B-29 Bockscar, pilotado por el Comandante Charles Sweeney. A pesar de tener casi el doble de potencia que Little Boy lanzada en Hiroshima tres días antes, la extensión del daño fue menor debido a la topografía de Nagasaki, sin embargo se estima que 40.000 personas murieron en este ataque y otras 25.000 fueron heridas, y varios miles morirían después debido a heridas relacionadas, envenenamiento y radiación residual.


    Consecuencias:  


  • Se estima que hacia finales de 1945, las bombas habían matado a 140.000 personas en Hiroshima y 80.000 en Nagasaki, aunque sólo la mitad había fallecido los días de los bombardeos. Entre las víctimas, del 15 al 20% murieron por lesiones o enfermedades atribuidas al envenenamiento por radiación. Desde entonces, algunas otras personas han fallecido de leucemia (231 casos observados) y distintos cánceres (334 observados) atribuidos a la exposición a la radiación liberada por las bombas. En ambas ciudades, la gran mayoría de las                                                                                                   muertes fueron de civiles.